¡DISCAPACITADOS A LA CANCHA! A REFORZAR SUS CAPACIDADES

Valdivia, 17 de Marzo- En una tarde cálida, mientras el sol comienza su descenso, un grupo de personas se reúne en la “Plaza de la República” de Valdivia para organizar - por primera vez - a los “discapacitados” de la ciudad que quieran practicar algún deporte. Los futuros deportistas sobre ruedas buscan recibir apoyo de dos representantes de la Municipalidad que han acudido a la reunión, mientras que Victor Gonelli, campeón paralímpico mundial de bala, da a conocer su testimonio en él que afirma que “el deporte es la gran terapia colectiva, de sentimiento colectivo”.

Con distintos problemas que varían desde la paraplejia hasta el cáncer medular, son diez  valdivianos los que asisten para recibir apoyo, aunque según Luz María Valenzuela, encargada de la oficina de discapacidad y partícipe del evento, serían más de veinte los interesados en poder hacer deporte.

Durante el transcurso de la reunión Gonelli explica que para poder transmitir los problemas que lo aquejan a el y a los discapacitados en general, tuvo que buscar una forma de “llorar este llanto de forma que se salga de lo común”, lo que resultó en la publicación dos libros: “Gonelli y la guerra de la subsistencia” y “Gonelli contra Gonelli”. El deportista junto a su preparador físico, Jonathan Gonelli, quien se ha ofrecido para colaborar en el proyecto valdiviano de deportes paralímpicos, concuerdan en que “aquí no existe la discapacidad, lo que existe es la capacidad”.

Entre los partícipes del evento se encuentra Juan Nahuelanca, que monta una silla construida ingeniosamente junto a su cuñado, con pedales al alcance de las manos los que facilitan el movimiento. Nahuelanca es artesano y a sus 50 años sigue compitiendo en cicletadas a la par con deportistas que no sufren de discapacidad alguna, además de viajar todos los días desde la población San Pedro hasta el centro de la ciudad para vender sus trabajos. A pesar de tener ganas de participar, sostiene algunas críticas a la planificación que se lleva a cabo en la reunión.

“Todas muy bonitas las palabras pero qué va a pasar cuando nos tengan que subir al furgón, quién va a ser el que nos va a ayudar, cómo va a funcionar” cuestiona el artesano. “No es por ser negativo pero no todos tenemos el mismo problema, yo tengo un problema a la cadera y cuando la gente me ayuda me dice “pucha que eres pesado”, peso más de 90 kilos” argumenta Nehuelanca.

Finalmente se concluye que los primeros pasos a dar son: pedir sillas deportivas y comenzar con un taller de basketball para medir las capacidades que poseen los participantes, aunque varios muestran interés por la natación. René Milanca, jefe del departamento de deportes de la Municipalidad, señala que se pondrá “a disposición de parte del municipio el gimnasio Gil de Castro con algunas horas, y tratar de ayudar con alguna implementación deportiva que tenemos disponible”. Según el mismo, es primera vez que trabajan con discapacitados en la ciudad.

Victor Gonelli agrega que hay que pedir sillas de ruedas de buena calidad, “estas son como las zapatillas, tienen que calzar justo para andar bien”. Según su experiencia todo se puede lograr con esfuerzo pues dice haber visto a “muertos caminar”.

NOTA IMPORTANTE:

Luz María Valenzuela, mencionó que “la silla de rueda se las tiene que indicar un médico, una enfermera, un terapeuta, o un kinesiólogo, y es una silla deportiva básica, esa es la silla que entrega el SENADIS (Servicio Nacional de la Discapacidad). Actualmente la recepción de solicitudes está cerrada, pero podríamos tener las sillas para este otro año”.